viernes, 5 de septiembre de 2014

CONSEJOS PARA FUTUROS EMPRENDEDORES.

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¿Cuáles son los factores a tener en cuenta para emprender?
Primero hay que conocer muy bien lo que se va a hacer. Segundo, hay que preguntarse: ¿qué problema le resuelvo a la gente? Tercero, hay que entender que uno no es emprendedor para ganar plata, sino que gana plata si logra ser un buen emprendedor. Además, todo emprendedor que se digne de tener un éxito, tiene al menos dos o tres fracasos y no hay que frustrarse. Y una vez que se consolidó, necesita tener empleados que quieran y cuiden el proyecto. Emprender da muchísimo trabajo. Es una actitud de vida.

¿Tus consejos para enfrentar el contexto inflacionario actual?

Hay que tratar de no quedarse con pesos en la calle. Entre una venta que me van a pagar a 180 días y no hacer la venta, yo hoy no haría la venta. Cuando hay inflación, no hay riesgo de que el cheque no se cobre sino de que, cuando se cobre, no se compre nada con esa plata. Es preferible tener mercadería a tener pesos.

Subieron los impuestos a las pymes para equilibrar lo que se pierde en ganancias. ¿Es un error?

Por supuesto. Las pymes son grandes generadoras de trabajo. Entonces, si se desalienta a la pyme, se desalienta la generación de empleo. Hoy, el único empleo que está creciendo en Argentina es el estatal. Es insostenible.

¿Cuáles son los sectores más interesantes para emprender hoy?

La producción agropecuaria, internet y servicios. Las aplicaciones para los smartphones también. En cualquier caso, no se tiene que tomar una iniciativa de algo que dependa de las leyes, porque después cambian…

Está riesgoso entonces el panorama para el emprendedor…

No es el mejor contexto para empezar, pero nunca existe el contexto ideal. No hay que perder tiempo en la queja, sino invertir tiempo en entender y aprender todo lo posible.

1. Pretender que su idea sea única y original

El emprendedor debe tener en cuenta que si llegó a esa idea, alguien más pudo haber pensado lo mismo. Prestando atención a este punto, no se sorprenderá si encuentra que existen competidores y se enfocará en la mejora continua de su idea.

2. Considerar que las buenas ideas sólo provienen de la creación de algo nuevo

Emprender no implica necesariamente crear algo nuevo y revolucionario. Resolver problemas claves y típicos puede ser más viable que el lanzamiento de algo nuevo y desconocido.

3. Creer que una mínima innovación es suficiente

El emprendedor necesita tener un producto consistente. Proponer un pequeño cambio de un producto o servicio que ya existe no alcanza para sobrevivir en un mercado altamente competitivo.

4. Creer que el producto se vende por sí solo

Ofrecer  un buen producto no es condición suficiente que garantice las ventas. El esfuerzo de ventas es indispensable a la hora de emprender. Todos los productos, por más buenos que sean, necesitan de una estrategia y un esfuerzo de ventas considerable.

5. Pensar que el trabajo en equipo no es efectivo

Muchos emprendedores creen que son capaces de llevar adelante en forma personal todos los aspectos para el desarrollo de su idea. El emprendedor debe darse cuenta de que un equipo de personas que funcione como tal es el componente más importante para el éxito.

6. Suponer que es fácil convencer a inversores

Muchos emprendedores piensan que sólo una buena idea de negocio atraerá inversores. En la actualidad, los inversores son más exigentes y prestan especial atención a los planes de negocio y los equipos de gestión propuestos para los emprendimientos. Por ello, será necesario desarrollar un plan de negocios consistente que respalde a la idea, así como conformar un equipo sólido para la gestión.

7. Suponer que los números proyectados de ventas y del mercado son un fiel reflejo de la realidad

Proyectar un mercado es diferente que conquistarlo. En general existen factores internos y externos al emprendimiento que harán que los números sean sólo una aproximación a la realidad. La clave con las proyecciones está en la identificación de las factores que pueden influir tanto en la estimación de los ingresos como de los gastos.

8. Hacer una lectura equivocada de los números.

Una frase que se escucha muchas veces es: “¿Por qué si cada vez facturo más, cada vez veo menos plata?”. Para evitar caer en esta trampa, es muy importante que el emprendedor sea muy organizado a la hora de la contabilidad y las finanzas. Saber exactamente cómo se mueve la caja de su empresa, y otros aspectos contables básicos, es clave para poder entender el retorno que realmente percibe el negocio.

9. Creer que uno “se las sabe todas”

Construir una empresa  no es tarea fácil. Existen aspectos de la formación de la empresa en que se necesita el consejo y asesoramiento de expertos (legales, contables, técnicos, etc.)que nos ayudarán a prever problemas y a ensayar soluciones.

10. Dejar que el factor “ego” interceda en el  manejo de la compañía

Un buen emprendedor debe entender que a medida que la empresa crece, las necesidades de ésta cambian. Las personas que llevan adelante la creación y puesta en marcha de una empresa, podrían no ser las mismas que aquellas que la gestionan una vez alcanzada la estabilidad. Los cambios en el estilo de liderazgo a lo largo de la vida de un emprendimiento son necesarios.

Ya se te ocurrió la idea, el próximo paso será entonces que analices si es viable, y verificar que realmente puede representar una oportunidad de negocio.
Una buena idea debe agregarle valor al consumidor pero también al emprendedor. Te proponemos que hagas un primer análisis para evaluar tanto la capacidad de generar valor como la facilidad de implementación de la idea.

VALOR

Un análisis del valor parte de la premisa por la cual una empresa sin capacidad de generar ganancias no sobrevive. Un cálculo prima facie de la rentabilidad de tu proyecto es un primer filtro que te ayudará a verificar si es recuperable la inversión a realizar a través de las ganancias que generará; y luego de recuperar la inversión, es sustentable en el tiempo.

La rentabilidad es simplemente la diferencia entre los ingresos (lo que genera el producto que se vende) y todos los costos para producirlo/comprarlo.

Por lo tanto, antes de comenzar será necesario que tengas una idea aproximada, para los ingresos (la cantidad a vender y el precio de venta posible); y para los costos (costos de producción/adquisición del producto, de comercialización, de logística, administrativos, etc.).

FACILIDAD DE IMPLEMENTACIÓN

La facilidad de implementación se refiere a la factibilidad de poder  llevar a cabo tu idea. ¿cuán factible es que puedas generar y desarrollar esa actividad?

Para poder responder tendrás que enfocar la pregunta desde tres ángulos distintos:

Viabilidad financiera

  • Viabilidad legal
  • Viabilidad técnica
  • Análisis competitivo

La viabilidad financiera, es la parte del análisis en la que te preguntarás cuánto dinero y otros recursos son necesarios para iniciar el negocio, si contás con ellos o si no y la posibilidad de encontrar quién pueda prestarte el dinero en caso que el tuyo no se suficiente. El tiempo de recupero de la inversión, es decir, cuanto prevés que vas a tardar en recuperar la inversión que realizaste para comenzar, es otra de las cuestiones importantes para verificar la facilidad de implementación de tu negocio.

La existencia de una legislación que prohíba o restrinja la venta de tu producto o servicio representa un primer indicio de que no será fácil la implementación de la idea. La existencia de muchas trabas legales hará que tu proyecto deje de resultar atractivo. Este tipo de trabas legales, pueden hacer que el proyecto deje de ser rentable, o imposible de llevar a cabo dadas tus posibilidades de financiación.

Cuán factible es tu idea desde el punto de vista técnico, implica evaluar la capacidad que tenes para desarrollar las operaciones y mantenerlas en funcionamiento (el proceso de producción del producto, la comercialización, etc.). Aquí tendrás que contemplar, por ejemplo, si contás con la tecnología  y el personal adecuado (entre otras cosas). Es un análisis relativo a la parte operativa del proyecto.

Con respecto al análisis competitivo te proporcionamos una herramienta muy útil y reconocida, que es el “Análisis de las fuerzas competitivas de Porter”.

El contexto en el que vas a emprender está dado, por lo que no será fácil que puedas cambiarlo. Las fuerzas externas son de gran importancia, pero más importante es tu habilidad para enfrentarse a ellas.

Al momento de cuestionar tu idea, tener en cuenta los actores que compiten en el sector o la existencia de productos sustitutos, te ayudarán a anticipar cuán difícil puede resultar entrar y competir en ese mercado.

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